UN POCO DE ESTO AL DÍA TE AYUDA A MEJORAR: DIABETES, INTESTINO, CEREBRO, CORAZÓN Y COLON

La semilla de chía tiene alto contenido de ácidos grasos, proteínas, fibras, antioxidantes, minerales y vitaminas. Siendo así, es supe indicada para regenerar la piel, eliminar grasa, mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.

Por eso, los nutricionistas siempre recomiendan semilla de chía cuando el paciente está débil o con poca energía, principalmente si es atleta. Además de todos los beneficios, las semillas de chía ayudan en la prevención del cáncer de colon.

SI QUIERES MÁS MOTIVOS PARA CONSEGUIR ESE INGREDIENTE DIARIAMENTE, COMPARTIREMOS UNA PEQUEÑA LISTA:

  • Es sin gluten
  • Puede sustituir los huevos – basta con mezclar la semilla con un poco de agua, esperar un poco para crecer, moverse bien y añadir al plato que desea.
  • Trata problemas digestivos debido a la alta concentración de fibras
  • Es uno de los mejores alimentos para el cerebro y la salud del corazón, debido a su 20% de ácidos grasos omega 3
  • Contiene proteína
  • Fortalece las uñas, el cabello y la piel
  • Es buena fuente de hierro y vitamina C
  • Es un antioxidante extremadamente potente
    óptimo para los diabéticos, pues regula los niveles de glucosa en la sangre
  • Contiene varios aminoácidos
  • Contiene más calcio que la leche.
  • Contienen dos veces más potasio que los plátanos.

Todo lo que necesitas es una cucharada de semillas de chía diariamente. Como la semilla es rica en fibra, usted debe beber bastante agua. El sabor es muy agradable y suave, entonces puede mezclar al jugo / vitamina de frutas, al pan o la ensalada.

El secreto es sumergir las semillas en un recipiente con agua y dejar por 15 minutos. Usted verá que serán más grandes que el tamaño original. Es precisamente por eso que ayudan a adelgazarse, pues nos mantienen llenos por mucho tiempo.

También es posible mezclarla con piña, almendras o aceite de coco para preparar postres deliciosos.

LOS MÚLTIPLES BENEFICIOS DE LA CHIA, ¡APROVÉCHALOS!

La chía aporta ácidos grasos omega-3 y omega-6 en una proporción de 3:1, la ideal para el organismo, y minerales como el calcio, el magnesio y el boro.

En ella encontramos, además, un alto contenido de fibra, tanto soluble como insoluble, lo que nos ayuda a mantenernos saciados y a regular el tránsito intestinal. Una ración de 30 g (unas dos cucharadas) puede contener hasta 12 g de fibra. A diferencia de otras semillas, posee también una gran cantidad de antioxidantes, que entre otras cosas previenen el enranciamiento de sus propias grasas.