¿TE GUSTA EL QUESO? TE OFRECEMOS UNA RECETA FÁCIL PARA QUE PUEDAS PREPARARLO EN TU CASA Y DISFRUTARLO CON TU FAMILIA
|
Los productos lácteos son muchos y variados y después de la leche, el queso debe ser uno de los más comunes que podemos encontrar en cualquier refrigerador. Los hay de distintos tipos y Francia e Italia son los países con mayor producción de quesos y al mismo tiempo con mayor variedad.
Es un alimento sumamente nutritivo que gusta prácticamente a todo el mundo y que ya los griegos lo denominaban “el regalo de los dioses”. Los quesos pueden elaborarse a partir de leche de vaca, de cabra, de oveja, de búfalo e incluso de camello. Es decir, se puede elaborar queso de cualquier animal mamífero rumiante.
¿Qué te parecería elaborar tu propio queso casero? ¡A tu familia le encantará!
Si habitualmente en tu hogar consumen queso fresco, nada mejor que elaborarlo con tus propios ingredientes y en la comodidad de tu casa. Esto te permitirá disfrutarlo fresco y sin tener que invertir mucho dinero en la elaboración, que por otra parte, no te llevará más que unos pocos minutos.
Tal vez suene complicado preparar queso fresco casero pero verás que no es nada difícil y que podrás prepararlo por ti misma para disfrutarlo cuando quieras. Incluso, utilizando la receta base luego puedes agregarle todo tipo de especias para elaborar quesos saborizados según tus gustos y los de tu familia.
El queso se elabora cuajando la leche y agregándole ácidos como limón o vinagre o bacterias que harán que los azúcares de la leche se conviertan en ácido láctico. Esta cuajada es una enzima que se encuentra particularmente en el estómago del ganado, aunque también hoy en día se produce de manera artificial.
Para elaborar tu propio queso casero vas a necesitar:
– 1 litro de leche pasteurizada (sachet, bolsa o botella).
– Jugo de un limón recién exprimido.
– 100 ml de yogur natural.
– Condimentos a gusto (sal, pimienta, ají molido, etcétera).
– 2 cucharadas de crema de leche (nata).
Preparación:
– En primer lugar, es importante tener en cuenta que la leche no debe ser de caja ni debe ser de larga duración (larga vida) porque esto puede evitar el proceso de cuajado.
– Coloca en una olla de acero la leche a fuego lento. Cuando comienza el hervor, retira del fuego y dejar el recipiente tapado durante 20 minutos.
– Agrega el jugo de limón, el yogur y la crema y mezcla suavemente para no generar aire durante 10 minutos.
– Vuelve a colocar la preparación al fuego hasta que la leche “se corte”, es decir, que se formen grumos de cuajada separados del suero líquido.
– Este es el momento de agregar sal, pimienta y los condimentos que hayas elegido.
– Retira el suero todo lo posible y vierte la mezcla en un colador de quesos o en una gasa para que drene el suero.
– Cuando el suero termine de escurrir obtendrás una pasta cremosa algo compacta que deberás amasar un poco para darle la forma del queso que desees.
– Puedes extender las especias sobre la mesa de trabajo y hacer rodar tu masa de queso por encima para que se forme una cobertura exterior saborizada.
– Guarda en un recipiente plástico con cierre hermético tu queso y refrigera.
¡Ya tienes listo tu queso!
Deja que se asiente, que tome frío, que se incorporen los sabores, ¡y a disfrutarlo!